19 de agosto de 2011

YO DE MAYOR QUIERO SER...

…Uno de esos escritores que publican tres libros al año, ya sea en sagas infinitas o uno por uno. Quiero tener mil millones de ideas agolpándose en mi mente, y vomitarlas sobre el teclado como uno vomita el fruto de una mala digestión —o borrachera, pero no hagamos apología del alcoholismo, no vaya a ser—. Quiero poder escribir todos y cada uno de los días de mi vida, sin pararme jamás.

Pero no puedo. Hace ya muchos meses que me persigue un bloqueo de proporciones épicas. Que lo intento, y lo intento, y no he conseguido sacar del teclado mucho más que estas entradas del blog.

«Ya pasará», me dicen. Y los meses siguen cayendo del calendario, y mi procesador de textos sigue teniendo menos trabajo que un vampiro como vigilante de la playa… No podéis imaginar lo frustrante que es. No os hacéis una idea de lo que supone perder la mitad de tu vida, y no tener nada con qué llenarla. Es como quedarse sin una mano, o un pie, o como sufrir un apagón general en el último minuto de la MegaCopa y tu equipo a punto de lanzar un penalti. Es un vacío que oprime, y molesta, y duele.

Pero ¿por qué los escritores se bloquean? Pues supongo que habrá miles de razones, pero una de ellas es que en algún momento decides que tienes que hacer algo con tu vida, que quieres sacar adelante algo que funcione, y dejas de escribir para ti, y empiezas a hacerlo pensando en los demás… Bien, un escritor que aspire a publicar siempre tiene que tener al público presente, pero no puede, ni debe, renunciar a sí mismo. No puede obsesionarse pensando que ese tema está muy manido, o que ese personaje es un arquetipo, o que esa historia le va a rechinar a más de alguno. No puede abandonar su estilo, ni su voz, ni su forma de sentir y pensar. Y si lo hace, el resultado será, perdonando mi klatchiano, una mierda.

No puedes escribir si lo que escribes no te ilusiona, por el motivo que sea. Y es que, niños y niñas, hay que escribir lo que te salga del alma. Por no usar otra expresión mucho más vulgar, aunque no por ello menos precisa.

Estoy harta de ver cómo muchos escritores te dicen que esto es un trabajo, y hay que sentarse, y forzarse, y exprimir a la musa, y seguir buscando las palabras perfectas y las metáforas más sublimes. Chorradas. O escribes con el corazón, o no escribes. Esa misma gente es la que me dice que no sería un escritor comercial porque eso es prostitución. No, nenes, prostitución es renunciar a ser tú mismo, escribir algo que no quieres, que no te ilusiona y no te gusta, porque hay que hacerlo, y porque es así.

Escribir es ilusión, es fantasía, es corazón. Y si, por el motivo que sea, eso no está presente, de nada sirve aporrear teclas con más o menos arte.

Y por eso, por el momento, y hasta que me quite los fantasmas, he decidido que voy a colgar en mi Word el cartel de “Cerrado por vacaciones. Perdonen las disculpas”.

Nota: sí, la chorrada es a propósito. ¿O qué pensabais? Estoy bloqueada, pero eso no significa que no sepa escribir.

2 comentarios:

  1. Eso de que que sabes escribirnos lo demuestras día a día. Tía, si supiera que yendo a verte y agitándote un poco te quitaba el bloqueo, mañana mismo estaba ahí, 1000 km arriba o abajo, porque me dejaste con la miel en los labios (no digo cuales)y tengo ganas de más. escribas lo que escribas, no te venderás jamás, porque se te nota la pasión por las letras hasta cuando escribes una factura.

    ResponderEliminar
  2. Eh, yo hago unas facturas preciosas, conste XD

    Pero cuando no se puede, no se puede, Shi. Que escribir sin ilusionarte por lo que haces ya no es que haga que el resultado sea malo, es que es un asco, y lo único que consigues es darte cabezazos contra la pared de tu propia testarudez.

    El bloqueo pasará cuando tenga que pasar, cuando esté tranquila, cuando esté centrada, o cuando los dioses lo decidan. No me agobio (bueno, sí XD), ya llegará y ya sé que estarás ahí para leerme ;)

    ResponderEliminar

Nota: só un membro deste blog pode publicar comentarios.