Llevaba un rato asi cuando oí una poderosa detonación procedente de mi propio organismo y sali disparado de mi cabalgadura con tal violencia que fui a caer a unos veinte pasos del animal, el cual, presa de espanto, partió al galope dejándome maltrecho e inconsciente.
No sé cuanto tiempo estuve asi, hasta que desperté y me vi rodeado de un numeroso grupo de árabes que me miraban con extrañeza, preguntándose unos a otros quien podía ser aquel individuo y como podía haber llegado hasta allí por sus propios medios. Con un hilo de voz les dije que era un ciudadano romano, de familia patricia y de nombre XXXXXXXXXXX, y que de resultas de una ligera indisposición me había caído del caballo.
Habiendo escuchado atentamente mi relato, deliberaron un rato sobre como proceder, hasta que uno dijo:
- Propongo que le robemos lo que todavía lleva encima, que le demos por el culo reiteradamente y que luego le cortemos la cabeza como suele hacer con los viajeros nuestra pérfida raza.
Sabes a que libro pertence este fragmento?
Ningún comentario:
Publicar un comentario
Nota: só un membro deste blog pode publicar comentarios.