12.- Los placeres e duIzores
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la celada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar ;
desque vemos el engaño
e queremos dar la vuelta
no hay lugar.
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la celada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar ;
desque vemos el engaño
e queremos dar la vuelta
no hay lugar.
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