MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
EL PAIS | Deportes - 22-09-2003
Comparto con Serrat, y tantos otros arrapiezos catalanes, el mito ya
cantable de Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. Ahí están esos cinco
cromos junto a las fotos de mis seres queridos y a los vacíos de los
animales que se me han muerto. Y de aquella adolescencia sensible extraigo
una foto que empezó siendo deportiva y acabó siendo política. Di Stéfano
bebiendo agua de la Fuente de Canaletas, en plena Rambla, señal simbólica de
que nunca abandonaría Barcelona, a pesar de que las aguas ya sabían algo a
cloro y no eran las mismas que había hecho traer siglos atrás Fivaller desde
las colinas más propicias.
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